Viajes a Zaragoza

Descubre los secretos de la ciudad

La historia de Zaragoza comienza en el siglo VII a.C. con los primeros asentamientos prehistóricos. Mucho tiempo fue integrada en el Imperio Romano como la colonia de Caesaraugusta. Atravesando una fase de declive en los siglos III y IV, la ciudad resurgió bajo el dominio visigodo como un relevante núcleo eclesiástico. El siglo VIII marcó el inicio de su era musulmana, convirtiéndose en la resplandeciente capital de la Taifa de Saraqusta, etapa de la que aún perduran monumentos como el Palacio de la Aljafería. Conquistada en 1118 por Alfonso I, Zaragoza ascendió como capital del Reino de Aragón, experimentando un auge monumental reflejado en obras como la Seo de Zaragoza o Catedral del Salvador. La ciudad jugó un papel crucial en la Guerra de Sucesión Española y enfrentó dos asedios franceses en el la Guerra de Independencia. Pero se recuperó, iniciando un camino hacia la prosperidad. Hoy día esta ciudad es la quinta más grande de España y encierra una cantidad de monumentos y lugares de interés que enriquecerán tu viaje a Zaragoza.

Una basílica impresionante

Según una antigua tradición cristiana, este lugar sagrado se erigió donde la Virgen María se manifestó en presencia física ante el apóstol Santiago, sobre una columna de mármol, el 2 de enero del año 40 d.C. Este evento es descrito como una venida, más que una aparición, dado que en aquel entonces, la Virgen residía en Palestina.

El templo actual, que alberga el venerado 'pilar' ha evolucionado desde una iglesia mozárabe inicial, pasando por construcciones románicas y mudéjares, hasta llegar al magnífico diseño barroco que hoy admiramos. Desde 1676, el Pilar recibe el título de Catedral, y desde 1948, el de Basílica, por lo que se le conoce como Catedral Basílica de Nuestra Señora del Pilar.

Dentro de sus muros, te encontrarás con las obras de Goya, más de una decena de capillas, un órgano espectacular y un retablo de alabastro del siglo XVI. También alberga dos de las cuatro bombas que, al caer sobre la basílica durante la Guerra Civil española, milagrosamente no detonaron. Además, la subida a una de sus torres ofrece una inigualable vista panorámica de la capital aragonesa. Antes de marcharte, no olvides obtener una cinta, conocida como medida ya que tiene una longitud de 36 cm, exactamente los mismos que mide la virgen; como amuleto de protección y buena fortuna.

Viajar a Zaragoza en fiestas

Las Fiestas del Pilar tienen sus raíces en la devoción a la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad. Según la tradición, la Virgen María se apareció sobre un pilar de mármol al apóstol Santiago el Mayor en el año 40 d.C., en la ribera del río Ebro. Desde entonces, este acontecimiento ha sido celebrado por los fieles, evolucionando a lo largo de los siglos hasta convertirse en la grandiosa festividad que conocemos hoy.

Las Fiestas del Pilar son famosas por su diversidad de eventos culturales, religiosos y populares. La ofrenda floral es el corazón de las festividades. Miles de personas, vestidas con trajes regionales, ofrecen flores a la Virgen del Pilar, creando una impresionante montaña floral en la Plaza del Pilar. Por la noche, se celebra el Rosario de Cristal donde las noches zaragozanas se iluminan con un desfile de carrozas iluminadas como expresión de religiosidad y arte. Igualmente, durante todas las fiestas se celebran conciertos que van desde música tradicional hasta los sonidos más contemporáneos perpetrados por tanto artistas nacionales e internacionales convirtiendo a Zaragoza en un gran escenario.

La experiencia del tapeo

Las tapas son más que simple comida; son una tradición, un punto de encuentro social y una expresión artística de los cocineros. Zaragoza ha sido influenciada por diversas culturas a lo largo de los siglos, lo que se refleja en su variada oferta gastronómica. Desde clásicos como el jamón de Teruel, las migas aragonesas o el pollo al chilindrón hasta innovaciones como tapas fusionadas con ingredientes internacionales, la ciudad ofrece una paleta de sabores que satisfará a todos los paladares.

Disfrutar de las tapas en Zaragoza es una experiencia sensorial completa. No solo se trata de la comida, sino también del ambiente vibrante de los bares, la calidez de la gente y la riqueza cultural que envuelve la ciudad. Cada bar tiene su propia historia y es esta diversidad lo que hace que la ruta de tapas en Zaragoza sea una aventura culinaria sin igual. Una de las zonas más famosas para tapear es El Tubo, un conjunto de calles del casco antiguo que se llaman así porque son estrechas y largas, creando la sensación de estar en un tubo. Pero hay otras muchas zonas como las plazas de Santa Marta y San Pedro Nolasco o la zona de La Magdalena.