Los Cabos, mar y desierto
Los Cabos es una pequeña región de México situada en el extremo sur de la península de Baja California Sur. La ciudad más importante es Cabo San Lucas, una ciudad turística y costera que es testigo de la unión de las aguas del Mar de Cortés y del océano Pacífico. Es aquí donde se encuentra el famosísimo arco de piedra que tantas postales colma.
El clima de la zona se denomina desértico semiseco. ¿Qué quiere decir esto? Que si vas en verano te lleves factor de protección, abanico, gafas de sol y mucha agua y si vas en invierno te encontrarás con un clima templado. En cuanto a las lluvias, el periodo de más precipitaciones va de agosto a octubre pero son muy escasas. En invierno, aunque las temperaturas sean más templadas, se puede aprovechar para ver uno de los fenómenos naturales más maravillosos de las costas de México: el cortejo, procreación y alumbramiento de la ballena gris.
Los primeros habitantes conocidos de Los Cabos fueron la tribu de los pericúes, una tribu de navegantes y pescadores marítimos que llegaron a la península cerca del año 13.000 a.C. La llegada de los conquistadores españoles hizo desaparecer la impronta de esta tribu. Hernán Cortés navegó por el Pacífico en busca de tesoros y tierras ricas y en su empresa encontró una tierra que se asentó como un lugar de descanso para mercaderes y comerciantes.
España envió sacerdotes nariz establecer un asentamiento permanente en Los Cabos en 1697 y, durante los 100 años siguientes, se desató una lucha encarnizada entre indígenas y colonizadores, dejando detrás la desaparición de los pericúes y el edificio histórico de la Misión San José del Cabo, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Mucho ha cambiado desde entonces. El paso del tiempo ha conseguido mantener intactas algunas huellas importantes pero en otros lugares, el avance sigue el ritmo del resto del mundo. La creación del corredor turístico, con 33km de costa dedicados al ocio vacacional, es un referente a nivel mundial para descansar y recargar pilas. A un lado del corredor, el desierto. Al otro lado, el Mar de Cortés. Y en él puedes encontrar desde los resorts más lujosos, las playas más escondidas y los restaurantes más apetecibles.
Entre las actividades que puedes realizar en tu vueltecita por Los Cabos (y las que te llenarán de cosas que contar), encontrarás actividades de todo tipo. Las acuáticas son las grandes protagonistas con actividades tranquilas como snorkel y buceo, que puedes aprovechar para conocer toda la flora y fauna subacuática, a otras actividades más animadas como podrían ser el surf o el kayak, sobre todo en aquellas zonas donde los accidentes geográficos te permita disfrutar de unas vistas increíbles.
Si prefieres agua dulce, en el desierto está el cañón de la Zorra, o Fox Canyon, en el que se encuentra un pequeño arroyo con cascada para poder bañarte. Puedes disfrutar de la experiencia de caminar por un desierto, ver la increíble flora y avistar fauna desértica y terminar en un relajante baño bajo una cascada. Sin duda, una de las experiencias únicas del lugar.
Vamos, que si lo que quieres es llenaaaaaarte de cosas que contar, sin duda Los Cabos es tu destino favorito. Lo tienes todo: playa, desierto, actividades, descanso, fauna, flora, gastronomía, historia, cultura… Lo mejor sería que te dieses una vueltecita por ahí para descubrirlo y, a tu vuelta, se lo cuentas a todo el mundo, que seguro que no te lo podrás callar. Va, anímate, que las vueltas dan mucha vida incluso cuando has vuelto.