¿Alguna vez has soñado con dar la vuelta al mundo? Pues el viaje de luna de miel se presenta como una ocasión perfecta para conocer nuevos e increíbles destinos. Desde Bangkok hasta Nueva York, pasando por Sidney o Hong Kong. El mundo a vuestros pies, y nunca mejor dicho.
Vuelta al mundo: para dejar volar la imaginación y los sueños
El inicio de esta inolvidable vuelta al mundo comienza en Bangkok. La cosmopolita capital de Tailandia ofrece una animada vida nocturna, destacando sobre todo la iluminación de sus edificios más emblemáticos. El Gran Palacio es uno de los monumentos imprescindibles de la ciudad, repleta de grandes alicientes.
Después de Tailandia, el siguiente destino de la ruta será Hong Kong. Desde el mirador del Pico Victoria, de 552 metros de altura, se obtienen unas impresionantes vistas panorámicas de todo el conjunto urbano de la ciudad donde, cuando el hambre apremie, se puede disfrutar de un suculento menú en uno de sus numerosos restaurantes flotantes.
La próxima parada de la ruta conduce a Australia, y más concretamente a la ciudad de Sidney. Situada en la privilegiada ubicación de una bahía, con su famoso edificio de la ópera como símbolo, alberga gran cantidad de atractivos turísticos, como el Acuario, el Museo Marítimo Nacional o el conocido barrio de Paddington, con sus casas victorianas.
Este viaje culmina en la ciudad considerada por muchos como la “capital del mundo”: Nueva York. Las luces de neón de Times Square, junto a la iluminación de la mítica avenida de los teatros y espectáculos musicales, Broadway, forma un espectáculo realmente memorable, el broche de oro para una inolvidable vuelta al mundo.
Experiencias imprescindibles en esta vuelta al mundo:
-Relajarse con un masaje tailandés: después de tantas horas de avión, siempre viene bien desentumecer los músculos con un buen masaje.
-Hacerse un selfie con el skyline de Hong Kong: los vertiginosos rascacielos de Hong Kong ofrecen unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.
-Recorrer el barrio victoriano de Sidney: pasear por sus pintorescas calles supone hacer un viaje al pasado.
-Asistir a un musical en Broadway: la cartelera de esta mítica avenida de Nueva York alberga los teatros y espectáculos musicales más famosos del mundo.
-Tomarse una hamburguesa americana en Nueva York: merece la pena probar la auténtica hamburguesa americana en un restaurante con música en vivo.