Un lugar extravagante, mezcla de culturas y generaciones donde conviven la paz del desierto y el lujoso bullicio de sus centros comerciales. Un lugar ideal para embarcarse en safaris, practicar buceo en el mar de Arabia o disfrutar de sus fabulosas playas alojándonos en alguno de los mejores hoteles del planeta. Así es Dubái, la ciudad del mundo que más ha crecido en la última década. Un destino turístico de lujo cada día más solicitado por viajeros de todo el mundo y como no, por recién casados para disfrutar de una luna de miel de ensueño.
Con un skyline ultramoderno, es fácil olvidar que Dubái fue en un algún momento una pequeña ciudad de comerciantes beduinos. Hoy en día, lo antiguo se mezcla con la vanguardia tecnológica. En el hipódromo Nad Al Sheba podemos ver correr camellos durante el día y purasangres al caer la noche. Las tiendas de los grandes diseñadores de la moda en los gigantescos centros comerciales tienen tanto éxito como el Zoco de Oro. Entre todos ellos sobresale por encima del resto el Dubai Mall, que constituye el centro comercial más grande del mundo. Cuenta con 1.200 tiendas, un acuario, un zoológico submarino y una mini-ciudad para los más pequeños llamada Kidzania.
Pero si por algo se caracteriza Dubái, es por la fastuosidad y altura de sus rascacielos. Con 828 metros, el Burj Khalifa es el edificio más alto de todo el mundo. Su privilegiada ubicación en el centro de la ciudad hace de sus plantas nobles el lugar más idóneo para divisar el desierto y toda la extensión de la urbe emiratí. Para poder contemplar estas impresionantes vistas hay que subir hasta la planta 124, a 442 metros de altura, donde se encuentra el mirador de la Torre Califa.
No menos espectacular es el hotel Burj Al Arab, el único hotel del mundo de 7 estrellas y catalogado como el mejor del planeta por la mayoría de expertos hoteleros. La Fuente de Dubái, similar a la de Las Vegas pero con una escala mayor, es también la más grande del planeta. Cerca de su orilla, podemos disfrutar de un espectáculo de luz y agua inimitable. También en esta ciudad se encuentra la Mezquita Jumeirah, la más importante de la ciudad por su arquitectura y belleza; y la única que permite el acceso a los visitantes no musulmanes.
Además, Dubái cuenta con playas magníficas de cálidas aguas y azul profundo. Ideales para descansar, tomar el sol, nadar, bucear o hacer windsurf.
En vuestra luna de miel en Dubái no podéis perderos las mejores experiencias para dos:
- Viaje privado en yate de lujo para disfrutar de las cautivadoras vistas del perfil urbano de Dubái desde las cálidas aguas del Golfo Pérsico.
- Tratamientos de spa en pareja en el Talise Spa del Jumeirah Zabeel Saray. Baños de leche y miel, rosas, velas, música suave y luz ambiental; no hay nada más romántico que una sesión de spa para recién casados. El paquete “Romance mil y una rosas” os garantiza el placer más absoluto para aquellas parejas que se aventuren en una sala de tratamiento privada con jacuzzi y sauna.
- Deslizarse por Ski Dubai, la pista de esquí cubierta más grande del mundo. Esquiar a temperaturas bajo cero cuando en la calle superan los 40 grados es una experiencia única y muy difícil de repetir en otro destino.
- Vivir una experiencia acuática en el Wild Wadi Water Park que se encuentra entre los hoteles Burj Al Arab y Jumeirah Beach Hotel. Y nadar entre tiburones en el Dubai Aquarium & Underwater Zoo, el mayor acuario del mundo. Récord Guinness con 33.000 animales acuáticos.
- Surcar los aires desafiando las leyes de la gravedad. Lanzarse desde un avión a casi 4.000 metros de altura sobre Palm Jumeirah con Skydive Dubai y maravillarse ante las increíbles vistas de la costa a medida que desciende hacia tierra firme. O seguir un rato más en el aire, haciéndolo a bordo de un hidroavión de lujo para conseguir una vista de pájaro de la ciudad.
- Se puede salir de los circuitos habituales; atravesando los arcos dorados del Al Mahara in Burj Al Arab será una experiencia gastronómica "bajo el agua" que despertará algo más que el apetito. Con su acuario de suelo a techo, el restaurante promete una velada encantadora en compañía de meros, rayas y tiburones.
- Si se atraviesa el puerto en Al Qasr, llegaréis a un enclave de postal donde las sorpresas no tendrán fin. Vistas ininterrumpidas del Burj Al Arab y el mar Arábigo, una impresionante decoración de inspiración árabe y música soul son los motivos principales por los que el restaurante Pierchic sorprenderá a más de un enamorado.