Quienes busquen para su luna de miel un lugar donde la naturaleza alcance altas cotas de espectacularidad, Canadá es un destino más que recomendable. Desde la Península del Labrador a las tierras que limitan con Alaska, el país presenta unos parajes naturales donde un atardecer o un simple paseo se convierten en la más maravillosa de las experiencias.
Canadá: la naturaleza en su máxima expresión
Situada muy próxima a la frontera con Estados Unidos, Toronto es una de las ciudades con mayores atractivos de Canadá. La capital de la provincia de Ontario presenta un cosmopolita centro urbano que se puede contemplar desde la imponente CN Tower. También impresionan las famosas Cataratas del Niágara, un espectáculo de la naturaleza tan prodigioso como fascinante.
Sin salir de Ontario, otra inolvidable experiencia relacionada con la naturaleza consiste en navegar el río San Lorenzo a través de un crucero por las Mil Islas, cuyo nombre se debe a un archipiélago situado en el curso de este gran río, formado por un conjunto que llega a alcanzar la cifra de 1.700 islas.
Además de naturaleza, Canadá destaca por su turismo cultural. Ejemplo de ello es el pintoresco casco histórico de Québec, que conserva gran parte de su legado de influencia francesa. Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, destacan en su centro urbano el Hotel de Ville, las plazas Real y de Armas o el edificio del Parlamento de la provincia de Québec.
También se puede percibir parte de la influencia francesa en Montreal. Una visita panorámica por la ciudad permite descubrir gran parte de sus principales puntos de interés, como la Basílica de Notre Dame, el Puerto Viejo o el edificio del Ayuntamiento. Montreal conserva además un importante legado olímpico fruto de la organización de los JJOO en el verano de 1976.
En todo viaje de novios a Canadá no puede faltar…
-Subir a la Torre de la Comunicación de Toronto: con sus 550 metros de altura, desde la cima de la CN Tower se obtienen las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
-Navegar por las Mil Islas: se trata de un archipiélago de Toronto compuesto por más de 1.700 islas.
-Pasear por el pintoresco centro histórico de Québec: aunque situada en América del Norte, aún conserva cierto aire europeo por la influencia francesa.
-Visitar las Cataratas del Niágara: estos impresionantes saltos de agua son todo un espectáculo de la naturaleza.
-Visitar el legado olímpico de Montreal: la ciudad canadiense fue sede de los Juegos Olímpicos de Verano entre el 17 de julio y el 1 de agosto de 1976.