El musaka es un plato tradicional de los Balcanes y Oriente Medio. Sin embargo es la musaka griega la que se ha hecho internacionalmente conocida. Visualmente se parece mucho a la lasaña italiana, aunque realmente poco tiene que ver, excepto en que se prepara de forma similar superponiendo capas de ingredientes con bechamel.
Está compuesto por productos muy mediterráneos (excepto por la berenjena, que realmente proviene de Asia). Existen diversas versiones según los países, esta receta que ofrecemos es la que vamos a preparar en esta ocasión. Eso sí, siempre puedes quitar las patatas (que sustituye a las berenjenas en países como Serbia, Bosnia, Rumanía, etc.). Además también hay recetas más específicas para vegetarianos, y aunque en Grecia es típico con cordero picado, nosotros también aceptamos la carne vacuna para la preparación de este plato. ¿Empezamos? ¡Que ya oímos como rugen vuestros estómagos!
Ingredientes
- 2 berenjenas
- Tomate frito
- Salsa bechamel
- 500 gramos de carne picada (cordero o vacuno)
- 2 patatas
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Queso parmesano rallado
- Pan rallado
- Aceite de oliva
- Vino blanco
Preparando el musaka...
- Este plato típico griego es quizás uno de los más complejos vistos hasta ahora, ya que hay que ir preparándolo poco a poco y posteriormente crear varios niveles recubiertos de bechamel. Comenzamos con el tomate frito, ¡casero por supuesto! Seguimos nuestra receta habitual para prepararlo, que ya la conocemos y así evitamos mayores complicaciones.
- Para la salsa de bechamel, disolvemos un poco de mantequilla en dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando ya vemos que se ha disuelto, echamos un poco de harina. Sin parar de remover, añadimos aproximadamente un litro de leche (no menos de ¼ de litro). Recuerda que la idea es preparar una bechamel espesa, así que mejor ir poco a poco en luchar de echar toda la leche de golpe.
- Las patatas debemos de freírlas, pero eso sí, que no se tuesten. No todas las recetas las incluyen, pero en esta ocasión vamos a darle un toque especial para darle más sabor a nuestro musaka. Las cortamos en rodajas finas y grandes.
- Llega el turno de las berenjenas. Comenzamos cortándolas en rodajas relativamente gruesas y dejamos que escurran durante media hora el agua que contienen. Una vez “secas”, las salteamos en aceite de oliva para después escurrirlas bien.
- En cuanto a la carne, lo mejor es cordero, aunque si no te gusta, siempre puedes tirar de vacuno. Freímos una cebolla picada, un diente de ajo bien troceado y añadimos la carne picada. Una vez esté lista, añadimos un poco de vino blanco, el tomate frito que preparamos y lo dejamos cocer durante unos minutos. Revolvemos para mezclar homogéneamente los ingredientes, algo de sal y pimienta (a gusto de cada uno), y procedemos a montar las capas del plato.
- Primero añadimos mantequilla a la base de la fuente, ponemos una capa de patatas, añadimos las berenjenas y las cubrimos con la carne picada y salsa de tomate. Cubrimos para terminar absolutamente todo con un poco de bechamel y lo dejamos en el horno a 170 grados durante 12 minutos. Echamos un poco de queso rallado mezclado con pan rallado y lo gratinamos.
Sí, un poco laborioso, pero… ¡y lo que lo va a agradecer tu paladar y el de tus invitados!
Prepárate para disfrutar de un cóctel a base de playas de aguas cristalinas, pueblos pintoresctos, mezquitas y una mezcla de civilizaciones. Acompaña este plato con un poquito de arte, cultura y un buen baño con salsa mil islas en tu crucero a las Islas Griegas y Turquía.
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