Qué ver en Estambul

Una de las imágenes más populares de Estambul es la Mezquita Azul. Se trata del templo más importante de la ciudad. Cuenta con seis minaretes, algo que desde un principio generó mucha polémica porque La Meca también compartía el mismo número. La distinción no tardó en llegar, ya que La Meca incorporó un minarete más. Cuando entres en su interior entenderás porque se le llama así, ya que son cientos los azulejos azules que visten la cúpula y toda la zona superior del edificio. Una parada ineludible en tu qué ver en Estambul.

Separada tan solo por un jardín encontrarás la iglesia Santa Sofía que, aunque a simple vista, guarda similitudes con la Mezquita Azul realmente no tienen nada que ver. La iglesia de Santa Sofía es otro de los símbolos más representativos de Estambul. Antiguamente era una iglesia ortodoxa que se convirtió en una mezquita y está presidida por cuatro minaretes. Cubierta por una cúpula central y dos pequeñas a los lados, este hermoso lugar es famoso por su pantocrátor y sus mosaicos dorados, algo que lo convierte en un parada imprescindible en tu itinerario. Seguro que te llama la atención porque parece que el pantocrátor no se sostiene en nada y le rodean hasta unas 40 ventanas.

Otro de los edificios históricos que no te puedes perder en tu viaje es el palacio Topkapi, que simboliza uno de los hitos imperiales de Estambul. Este palacio fue la sede gubernamental de los sultanes desde el Imperio Otomano hasta mediados del siglo XIX. Al principio era un edificio bastante moderno pero el sultán Mehmed II ordenó construir el resto de edificios encima de una ciudadela romana. De esta forma, el palacio adquirió grandes dimensiones, llegando incluso a superar a las del Vaticano. Lugares tan espectaculares como la puerta de entrada al segundo patio, el salón imperial o la propia biblioteca son los más destacados.

Estambul, una ciudad repleta de arte y cultura

También es muy aconsejable añadir a tu qué ver en Estambul una visita a la Mezquita Nueva. La localizarás en pleno Cuerno de Oro, al sur del Puente de Gálata y muy cerca del bazar de las Especias. No te dejes engañar por su nombre porque cuenta con bastantes años de antigüedad y está presidida por dos minaretes. Además, en su interior observarás increíbles vidrieras y azulejos de todo tipo. Es posiblemente uno de los edificios más bonitos y espectaculares de Estambul, junto con la Mezquita Azul.

Aprovechando tu cercanía y para tomarte un pequeño respiro puedes perderte por el Bazar de las Especias, el mercado más antiguo de Estambul. Es el lugar más adecuado para comprar productos típicos. Y si no vas a comprar nada te aseguramos que merece la pena pasear por él. Aunque si lo que quieres es llevarte un recuerdo no perecedero y que te recuerde lo increíble que ha sido este viaje, no dudes, en acercarte al Gran Bazar, el mercado más grande del mundo. Es el rincón más aconsejable para entender la importancia de la artesanía en esta cultura. No tengas miedo de perderte porque todas las calles conducen al centro histórico y por tanto, no tienen perdida.

Después podrás relajarte en el Puente Gálata y observar un increíble atardecer. Este sorprendente puente está situado en pleno Cuerno de Oro y constituye el lugar idóneo donde poder disfrutar de la gastronomía turca. Y si lo que quieres es obtener la mejor panorámica de la ciudad entonces súbete a la parte más alta de la Torre Gálata, considerada también una de las más grandes del mundo. Si dispones de suficiente tiempo y quieres aprovechar para comer o cenar en otro rincón de la ciudad, no dudes, en acercarte a la plaza Taksim, uno de los lugares más modernos de Estambul y donde encontrarás la mejor oferta de ocio.

Aunque sin ninguna duda, si hay un lugar que genera mucha expectación entre los viajeros ese es la Cisterna Basílica, popularmente conocido como el 'palacio sumergido'. Se trata de una de las cisternas que hay en Estambul. No es la única pero sí la más grande. Se construyó para abastecer a toda la población en el caso en el que se destruyera el acueducto de la ciudad. Su interior es algo realmente impresionante, ya que su infinidad de columnas construidas a través de restos de monumentos romanos crean una panorámica inolvidable. Además, al finalizar tu recorrido por la cisterna podrás contemplar dos cabezas de medusa, dos obras de autor desconocido, colocadas de diferente manera, algo que confirma la leyenda de que esas posiciones sirven para anular los poderes de la gorgona.

Si quieres seguir empapándote del de del arte de la ciudad empaparte de la cultura bizantina en la iglesia San Salvador, de todo tipo de antigüedades en el Museo Arqueológico y de la arquitectura turca en el Museo de Arte Turco e Islámico. Para terminar, el viaje nada mejor que dar un paseo en barco por el Bósforo, el lugar que divide Estambul en dos partes, la europea y la asiática. Como ves en tus vacaciones no te faltará de nada con nuestro qué ver en Estambul, ya que conocerás absolutamente todo lo que esconde esta maravillosa ciudad con Nautalia Viajes.