Qué ver en Túnez

Túnez es un país situado al norte de África que se muestra como un país preparado para el cambio y con la vista puesta al futuro, todo ello en mitad de un territorio repleto de costumbres y tradiciones que busca actualizarse y ofrecer una versión más vanguardista. Túnez es uno de esos destinos que cuenta con una riqueza cultural única en el mundo. Algo que determina las visitas de los viajeros que no saben como empezar a planificar tu viaje. Por eso, con la guía de viaje a Túnez no tendrás problema en averiguar cuáles son los lugares imprescindibles que deberás incluir en tu itinerario y por supuesto, tener en cuenta a la hora de preparar la maleta.

Una buena forma de empezar tu viaje por Túnez es recorriendo la medina de la capital, uno de los rincones preferidos de los turistas porque es una agradable forma de contemplar el día a día de los tunecinos. La medina es conocida en Occidente como el casco antiguo, donde conviven auténticos hitos arquitectónicos y artísticos, un gran entramado de calles y multitud de contrastes. Aunque cueste creerlo, Túnez es una país liberal, si lo comparamos con otros destinos del mismo continente, tal es así que en este país está permitido visitar los templos sagrados. Dentro de la medina podrás encontrar varios, pero, sin duda, uno de los más importantes es la mezquita Jamaa ez Zitouna, considerada la más grande del país y resalta por la decoración interior de su patio y de las salas de rezo. Si dispones de suficiente tiempo es aconsejable visitar otros rincones como la mezquita Youssef Sahib et Tabaa. Estas dos templos contrastan con la mezquita Sidi Mehrez, que presume de grabados y mármoles de lo más llamativos.

Tradición y renovación, las dos caras de Túnez

Sin duda, si dispones de poco tiempo no podrás perderte por nada del mundo la mezquita Kairouan, donde mejor podrás apreciar la esencia tunecina y aprender la importancia que el Corán tiene en la zona del Magreb. Pero en la medina son diversos los monumentos que puedes visitar, lo mejor es pasear por su laberinto de calles y dejarse sorprender por los contrastes que se pueden entrever entre unas casas y otras. Todas ellas te llevarán a los zocos de la ciudad, donde podrás comprar las famosas babuchas, los objetos artesanales y mucho más y donde seguro que acabarás convirtiéndote en el rey del regateo.

Para conocer las dos caras de la ciudad homónima de Túnez, te animamos a recorrer el lado más nuevo, vanguardista y acorde a lo actual, para tener una visión más completa y enriquecedora de la cultura tunecina. Para ello, solo tendrás que contemplar la ostentosidad de los edificios, donde algunos pertenecen al Art Deco, como el Teatro Municipal. La mezcla que crean la medina y este lugar modernista hacen que el pasajero pueda contemplarlo con un simple y agradable paseo, donde podrán encontrar los restos de las murallas y disfrutar de la pintoresca y alegre vida de sus habitantes que probablemente hagan el mismo camino que tú para finalmente llegar a la Kasbah o lo que es lo mismo, la plaza del Gobierno.

Cerca de la medina se encuentra otra imprescindible visita en la que adentrarse en los enigmas de la cultura, que ha marcado el transcurso y la evolución del país tunecino a lo largo de la historia. Hablamos del Museo Nacional del Bardo en el que albergan obras griegas, obsequios romanos y religiosos. A tan solo varios kilómetros de la capital se encuentra el bonito pueblo pesquero de Sidi Bou Said, que destaca por sus peculiares casas de color blanco y portones azules, que parecen una postal extraída de las islas Cicladas. Aquí encontrarás una de las mejores puestas de sol de todo el país. Otra de estas maravillosas panorámicas la encontrarás en el desierto, concretamente, en Douz, que es considerada la puerta de entrada al desierto del Sahara desde Túnez. Allí podrás disfrutar de una atractiva oferta de actividades, que harán que esta experiencia sea aún más emocionante. Y si tienes ganas de conocer un pueblo bereber, Tojuane, es la mejor opción para ello, ya que conserva la esencia más primitiva de la cultura tuareg.

Los más curiosos querrán seguir indagando y descubriendo la riqueza cultural tunecina. Por eso, añade a tu itinerario una excursión a las ruinas de Cartago, una ciudad fundada por los fenicios a.C. Pero que posteriormente fue reconstruida por los romanos. Dentro de estos vestigios destacan las Termas y el maravilloso anfiteatro. Hablando de reliquias, si durante tu viaje a Túnez tienes pensado visitar la zona sur, acuérdate de acercarte al maravilloso anfiteatro de El Djem, que representa uno de los coliseos más grandes del mundo. Aún más al sur se localiza un paraíso repleto de aguas azul turquesa, que te hará sentirte en el verdadero paraíso. Hablamos de la isla Djerba, un lugar tranquilo donde descansar y relajarte después de varios días pateando el país. En esta isla podrás disfrutar de unos días descansando y revitalizándote en sus increíbles playas o unos días la mar de divertidos practicando deportes acuáticos.

Y si te queda tiempo y energía aprovecha la ocasión para seguir destapando otros lugares increíbles de Túnez. El Lago Salado del Chott El Jerid, considerado una de las mayores reservas de agua del país, se encuentra en un lugar privilegiado y que no deja absolutamente a nadie indiferente. Precisamente, esto es lo que lo convierte en un lugar indispensable que visitar. Además, el color del agua cambia dependiendo del tipo de mineral y de la cantidad de sal que hay en su interior. Todo esto es lo que te espera en tus vacaciones por Túnez. Un destino que te sorprenderá y del que no te cansarás de destapar su riqueza cultural, ya que es prácticamente incalculable.