Qué ver en Marruecos

Marruecos, localizado al norte del continente africano, es un país repleto de rincones y lugares increíbles donde saborearás un delicioso té de menta mientras contemplas las estrellas en el desierto o el bullicio de la gente en los zocos e incluso, la historia en alguno de los monumentos más representativos del territorio. Son muchos los atractivos turísticos con los que cuenta este destino, por eso, aquí os proponemos una larga lista de cosas qué ver y qué hacer en Marruecos. Déjate llevar por la imaginación y disfruta creando tu itinerario con Nautalia Viajes.

Marruecos presume de tener varias ciudades imperiales. Marrakech, Fez, Meknes y Rabat han sido capital del país en alguna etapa de la historia. Recorrerlas todas es la mejor forma de conocer el país y su ambiente cultural. Cada una de ellas cuenta con una seña de identidad propia y con multitud de atractivos turísticos. Marrakech, una ciudad que disfrutarás en todos los sentidos ya que el colorido, el olor y el sabor que desprende la convierte en una localidad única. Todos los caminos de la ciudad amurallada conducen a la famosa Plaza Jamaa el Fna, el lugar con mayor ambiente de toda la medina. Otra imagen muy reprsentativa es la Mezquita de Kutubía, considerado uno de los mayores símbolos dentro del mundo islámico. Aunque el Zoco de Marrakech es otra parada imperdible en esta ciudad. Tampoco puedes perderte la Medersa de Ben Youssef que es una escuela musulmana para aquella gente que desea formarse en estudios religiosos superiores. Lo más destacado es su patio interior y sus más de 100 celdas, donde se alojaban y alojan los estudiantes. También es muy reocmendable el Jardín Majorelle.

Fez, la ciudad imperial más antigua de Marruecos

Fez es una de las ciudades más antiguas del país. Actualmente, es la pionera en el culto a la religión musulmana, lo que la convierte en una ciudad espiritual y enérgica. Aquellos que desean perderse sin tener un rumbo fijo encontrarán en esta ciudad un bullicio de calles y laberintos que no terminan. Cargada de palacetes, esta ciudad está llena de misterio y contrastes. Buen ejemplo de ello son sus diferentes medinas, que te ayudarán a entender el día a día de sus habitantes. La medina de Fez el-Balí está emplazada en la zona más antigua y su origen se remonta a la era medieval. De entre todos los monumentos que podríamos señalar, cabe destacar la Mezquita Karaouine.

Más tarde, se fundó la medina Fez el-Jdid que acoge lugares de lo más interesantes como es el Palacio Real y el Barrio Judío (uno de los barrios más tradicionales de Fez). Por último, se creó la medina Ville Nouvelle, donde residen las familias más ricas de Marruecos. Para seguir descubriendo el patrimonio cultural de la ciudad no podrás pasar por alto una visita al barrio andaluz, un lugar al que emigraron multitud de españoles andaluces; a la curtidería Chouwara, uno de los rincones más pintorescos en el que básicamente tiñen las pieles y a los zocos de Fez.

Rabat es otro de esos destinos en los que te encantará perderte. La tranquilidad que transmite la convierte en uno de los destinos más apetecibles de Marruecos. Alejada del ruido de la maravillosa Marrakech, esta ciudad amurallada cerca del Atlántico ofrece una panorámica deslumbrante gracias al encanto que desprenden sus peculiares casas de color blanco. En esta ciudad encontrarás otras imágenes representativas de Marruecos, como son la Torre de Hasán, un minarete que data del siglo XII y la maravillosa Kasbah de los Oudaya, situada en un sitio privilegiado que te llevará a disfrutar de unas bonitas vistas.

Meknes se encuentra a medio camino entre Fez y Rabat. Esta modesta ciudad cuenta con un bonito centro hsitórico que podrás conocer tranquilamente a pie. Allí encontrarás lugares como la Plaza el-Hedim, el lugar donde transcurre la vida cultural de la ciudad; la Puerta Bab el-Mansou, el lugar que conecta dicha plaza con la Ciudad Imperial que levantó Mulay Ismaíl; las medersas de Meknes y el Mausoleo del sultán musulmán Mulay Ismaíl.

La ciudad de Casablanca es otra parada más que recomendable en tu viaje a Marruecos. Allí encontrarás una de sus principales señas de identidad es la Mezquita de Hassan II, donde destaca su altísimo minarete, considerado el más alto del mundo. Poco queda en la actualidad de su medina, pero en ella encontrarás la mejor oferta para hacer tus compras y algún autoregalo que te recuerde esta fantástica experiencia. Si quieres disfrutar de un territorio árido que te lleve a disfrutar del Desierto, no dudes en visitar Ouarzazate, el lugar desde el que partir para hacer la famosa ruta de las Kasbahs y los ksars y que finaliza en el desierto, concretamente en las dunas de Zagora y Merzouga.