Para todos los gustos, y para todas las edades, los helados son una de las múltiples buenas noticias del verano. Para compartir o para empacharnos a solas, son los postres más disfrutados a todas horas y por todo el planeta. Y es que aunque nadie conozca a ciencia cierta su origen, su nacimiento se remonta más de 6000 años atrás. Una vida suficiente para que hayan sido sometidos a todo tipo de experimentos y hayan sido objeto de los más extravagantes sabores. Hoy te traemos algunos de los que rompen los moldes y ridiculizan el chocolate y la vainilla. Y es que países como Nueva Zelanda o Estados Unidos, donde se consumen más de 24 litros de helado por habitante al año, los heladeros deben echarle imaginación al asunto. Por eso desde Nautalia queremos ayudarles inspirándoles con algunos de los sabores más extraños que triunfan en heladerías remotas.
Helado de Berenjena Frita: Si estás cansado de los típicos helados, el lejano oriente nos trae recetas que jamás imaginaste. Desde luego, nunca pensamos que montar una heladería con sabores como éste, fuera rentable.
Helado de Bacon Caramelizado: Si sólo descubrir su existencia te parece raro, más extraño nos pareció a nosotros encontrar mil y una recetas en Internet para prepararlo en casa. Aún no sabemos si gozan de las mismas calorías.
Helado con sabor a pulpo: Mmm… Agárrate que vienen curvas. Si te parecen insólitos los helados anteriores, uno de pulpo superará tus expectativas acerca del buen gusto.
Helado de Ajo: Drácula nunca estuvo tan incómodo en la sociedad. Y es que este helado causa furor en América y no son pocas las recetas que puedes encontrar en la web sobre cómo hacer el tuyo en casa. Eso sí, lávate los dientes después, te lo pedimos por favor.
Helado de Tinta de Calamar: La cumbre del buen gusto gastronómico. El súmmum de la pasión heladera plasmado en un producto que atraviesa los límites sensoriales de nuestra papila gustativa. Preferimos pensar que nació primero la idea de crearlo antes que la demanda, y es que aún tenemos esperanzas en la humanidad.
Helado de Torrijas: Esto puede ser un Typical Spanish en toda regla. Y es que la mejor receta para acompañar la Semana Santa no podía faltar refrescando nuestro verano. O sí, la verdad es que nunca parece que las hayamos echado de menos. Su receta no es secreta y si algún día te da por probarlo, en internet hay más de una manera de hacer uno en casa.
Helado de Pizza: Es importante subrayar que no es que una pizza con forma de helado, sino un helado con su cucurucho y su congelada bola anaranjada con sabor a pizza coronándolo. No sabemos si podrás elegir de qué sabor quieres tu helado de pizza, pero no parece el sabor más refrescante para el verano, desde luego.
Helado de Balacao al PilPil: La heladería Nossi-Bé de Bilbao se han procurado las técnicas para crear alguno de los sabores que jamás pensamos podrían recrearse en un cucurucho. Bacalao al PilPil es uno de ellos pero no el único. También han creado una receta de helado de pimientos rojos asados a la leña. No vamos a decir, que es una actitud muy vasca eso de hacer un helado de pimientos, por desterrar los tópicos, pero desde luego es una idea de lo más extravagante.
Helado de Remolacha: Si no te la comes acompañando tus comidas, siempre puedes probarla en un helado. Quién sabe, igual te convence. Desde luego, yo me quedo con el chocolate de siempre.
Helado de Cebolla: Ha sido conocer su existencia y echarnos a llorar. Se puede degustar en la Heladería Coromoto y por supuesto, merece estar en nuestro Top-10 de helados para gente con dudosos gustos gastronómicos. Su creador y dueño del local, Manuel da Silva Oliveira, puede presumir de dos Record Guiness a nombre de la heladería que regenta. Y es que en ella se venden la mayor cantidad de sabores del planeta. 860 diferentes que desde luego, tiene espacio para sabores tan extravagantes como éste.
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