Hay millones de playas que presumen de ser las mejores aunque muy pocas pueden distinguirse por ser originales. Azul, azul y más azul. Arena dorada y como mucho, alguna que otra recóndita cala conformando el escenario perfecto para marcarnos unas buenas fotos. Pero seamos sinceros, la diferencia la marcaríamos si llegamos a nuestro destino y descubrimos que nuestra playa es verde, roja o negra. Y es que al margen del aturdidor uso del Photoshop, hemos encontrado algunos rincones del mundo que no necesitan de él para mostrarse excepcionales y de lo más colorido. ¡Al agua pato!
Playa de Papakolea, Hawai
Una de cuatro únicas playas verdes del planeta, la belleza de su entorno es un añadido a lo especial de sus arenas color oliva. Su característico color se debe a la alta presencia del olivino, una piedra que nace en la montaña Pu’u Mahana colindante a la playa. La concentración de esta piedra semipreciosa que tiñe la playa se explica gracias a su densidad y resistencia, que la hace más inmóvil que la arena, arrastrada hasta el fondo.
Playa de Kaihalulu, Hawai
Esta vez, el hierro de la colina volcánica que muere en el mar la colorea de un auténtico rojo que nos sugiere más estar formada por arcillas, que por arena propiamente dicha. Solitaria y bella a partes iguales, no es fácil llegar hasta su orilla pero no cabe duda que merece la pena la aventura alrededor de su colina volcánica.
Glass Beach, California
Con un pasado triste su presente merece un hueco entre estas líneas. Y es que la amalgama de colores en las orillas de esta playa californiana se debe a su concepción inicial como vertedero de vidrios. Electrodomésticos e incluso coches han llegado a ser paisaje habitual en este rincón de costa hasta 1998, cuando el propietario de esta playa decidió reformarla y vendérsela al Estado. Tras décadas de limpieza y con la ayuda del mar, la playa es ahora un universo de cristales redondeados y uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Playa de Hyams, Australia
De un blanco pulcro, puede presumir de Récord Guiness gracias a sus arenas. Y es que en esta playa con las arenas más blancas del mundo no todo es tan bonito como parece. No hay más que ver el sonido producido por nuestros pasos gracias al mismo componente que la otorga ese color: ínfimos granos de cuarzo https://www.youtube.com/watch?v=3FvsPPrhvqc
Playa de Vadhoo, Maldivas
Íntima y solitaria de día, de noche se convierte en todo un festival para los amantes de la fotografía y la belleza natural. Un espectáculo de pequeños puntos luminiscentes nos regalan un manto de luces que convierten este enclave en toda una memorable experiencia. El brillo de sus aguas se debe a la bioluminiscencia del fitoplancton, que al entrar en contacto con el oxígeno nos regalan fotos como ésta:
Playa de Punalu’u, Hawai
Negra como nunca antes habías visto la arena de playa, su especial color se debe a los escurrimientos de lava volcánica presentes en cada uno de los puntos de estas islas.
Después de conocer estas espectaculares playas, no sé de qué nos entran más ganas, si de pegarnos un buen chapuzón en estos rincones perdidos o de llenar un buen tarro de sus arenas para presumir de originales destinos. Aunque eso sí, de cercanía no tienen nada estas playas, así que te dejamos con estas otras (http://www.nautaliaviajes.com/hoteles-playa/) para que desconectes solo, o en la mejor compañía (http://www.nautaliaviajes.com/hoteles-playa/ninos-gratis/). Después de todo, lo único importante es que se puedan levantar castillos de arena.
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