¿Cómo pueden disfrutar de un viaje todos los miembros de la familia? Quienes tengan niños pequeños quizás se hayan hecho esta pregunta alguna vez. Las vacaciones pueden ser un momento perfecto para nuevos planes familiares. Te damos algunas pistas recorriendo España en busca de los mejores museos para visitar con niños.
Barcelona: un museo para comérselo
¿A quién no le ha entrado hambre alguna vez visitando un museo? En la ciudad condal hay uno muy especial donde es difícil evitarlo. Por ello, el Museo del Chocolate presenta los tickets de acceso en deliciosas tabletas. ¡Sus trabajadas figuras de cacao bien invitan a comerse la entrada! Otras figuras, pero fabricadas de otro material, se pueden visitar en el Museo de Cera, situado en las mismas Ramblas, muy cerca del monumento a Colón.
Madrid: un ratoncito al servicio de la Corona
En pleno centro de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol, vive un personaje muy entrañable para los niños. La Casa-Museo del Ratoncito Pérez recrea con minucioso detalle la vivienda de ese ratoncillo que, desde el rey niño Buby (Alfonso XIII) hasta ahora, trae regalos a cambio de dientes de leche. Su pequeño tamaño contrasta con las grandes locomotoras y vagones que se exhiben en el Museo del Ferrocarril.
Zaragoza: primer museo de Europa sobre papiroflexia
Más allá de las clásicas pajaritas o aviones, se pueden hacer auténticas obras de arte con tan solo un papel o una cartulina. El Museo del Origami de la capital maña demuestra a grandes y pequeños que de un aburrido papel puede elaborarse un divertido juguete. Quienes visiten Zaragoza con niños tienen a orillas del Ebro otro lugar que les dejará con la boca abierta: el Acuario Fluvial, donde habitan especies de varios continentes.
Valencia: la ciencia nunca fue tan divertida
A veces, las lecciones del cole sobre física, química o biología no resultan fácilmente comprensibles a la primera. En el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe estas lecciones quedarán reforzadas con experimentos y diversas actividades donde se puede aprender jugando. Por otra parte, en el Oceanográfico, también en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se puede aprender sobre pingüinos, belugas, delfines o peces tropicales.
Lanzarote: ¡Al abordaje!
Una pata de palo, un loro en el hombro, un cofre lleno de relucientes monedas de oro… Quizás los piratas no siempre son como los pintan. O tal vez sí. Un lugar idóneo para comprobarlo es el Castillo de Santa Bárbara. Situado en lo alto de una colina de Teguise (Lanzarote, Islas Canarias), este edificio histórico alberga la sede del Museo de la Piratería, que organiza actividades para los más pequeños de la casa.
Ya no hay excusa para no aburrirse en vacaciones. Reserva tu viaje y vive las mejores experiencias en familia.
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