Ir al cine en verano es típico. Ir al cine por la tarde en verano, un tópico. Así que cambiar de aires y disfrutar de un Cine de Verano es un plan de lo más original. Y si además le sumas el romanticismo de compartirlo al aire libre, como en las antiguas películas americanas, pues oye, no vas a poder decir que no. Así que para que te vayas inspirando y se te despierte el gusanillo, esta semana te traemos algunos de los más bonitos, románticos, con mejores vistas o másloquetúquieras para que ni siquiera el calor te quite las ganas de ir al cine.
Openstar, Sevilla
Empezamos a descubrir los mejores cines de verano muy cerquita y de la más espectacular de las formas: disfrutando con la pantalla más grande del mundo. ¿Qué hasta donde tenemos que ir? Hasta Sevilla, que nosotros vamos a nombrar Capital Mundial del Cine de Verano ¿Por qué no? Y es que de la mano de Openstar, Sevilla nos sorprende con una pantalla cuatro veces mayor que la de cualquier cine normal. 470 metros cuadrados de puro espectáculo.
Cine Amante, Ibiza
Sin necesidad de irnos muy lejos, encontramos en Ibiza y en la bahía de Sol D’en Serra de Ibiza un rincón idílico para disfrutar el cine. Acurrucados en sus sofás mientras esa brisa nocturna se convierte en nuestro mejor amigo, esta terraza es uno de los cines de verano imprescindibles de nuestro país. Además, siempre tendremos una excusa para tomarnos unas copas cuando acabe la peli celebrando lo buena que era o intentando encontrarle algún sentido.
Cinema d’Éte, Mónaco
Mónaco necesita poca introducción en todos los aspectos, incluido en la belleza que alberga. Belleza, que podemos ver reflejada incluso en sus cines al aire libre, porque sí, en el principado monegasco también hay tiempo para disfrutar una buena película. Por 12 euros podemos recostarnos de lo más agustito a orillas del mar y con la seguridad de vivirlo muy tranquilos. No sabemos si podemos cambiar las palomitas por cócteles, pero está claro que el cine se disfruta mucho más a orillas del Mediterráneo.
Cinema Paradiso, París
Vale, está bien, hemos hecho un poco de trampa, este cine no está completamente al aire libre. Pero es que no podíamos dejar de presentarlo, y como sus pases se suceden únicamente en verano, hemos encontrado la excusa perfecta para descubriros este escenario en sí mismo, este precioso cine de verano, que nos ha conquistado a primera vista. Su fino esqueleto cubierto de cristal forma una preciosa cúpula que podría pasar por el escenario de la mejor de las películas. Todo un digno merecedor de aparecer en esta lista. Su nombre, un guiño genial a Giuseppe Tornatore, ya es todo un referente para los más cinéfilos y desde ahora, seguro que lo será para todos los espectadores. ¡Siempre es un buen día para ver una peli en palacio!
Cine Paris, Atenas
Y de París... A París, pero al griego. Y es que Atenas se muestra de lo más bonita incluso mientras vemos una película. Con las luces apagadas y sólo un iluminado Acrópolis haciendo competencia a la proyección en la pantalla, este cine de verano conserva tanto romanticismo como sus películas. Más de 50 años han pasado ya por este rinconcito de la ciudad al aire libre. Su clave del éxito es clara: si no te gusta la peli, siempre puedes disfrutar del entorno.
St.George OpenAirCinema, Sydney
Si era difícil superar la espectacularidad de los anteriores, el St.George Cinema de Sidney pulveriza todos los registros. Con el horizonte brillante de la capital australiana extendiéndose a ambos lados de la gran pantalla, no es difícil considerarnos profundamente enamorados de este cine. Si lo acompañamos con sus mil y un productos ofrecidos en su terraza-restaurante, lo de menos es la calidad de la película.
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