Hay hoteles para todos los gustos, y eso está más que claro. Los hay que parece imposible desvestirse o lavarse los dientes sin que nos vean, que nos convierten en auténticos peces de pecera o incluso difíciles de calificar. Originales, acogedores, atrevidos y algunos bastante caros, todos son una aventura en sí mismos. Aquí te dejamos unos ejemplos de los que más nos han llamado la atención a nosotros, para que seas tú quien juzgue si estamos locos o realmente sus creadores son chifladamente creativos ¡atentos!
Caravan Hotel, Huttenpalast en Berlin: Mejor no plantearse cómo surgió la idea de aparcar una caravana en el interior del salón de un hotel, pero desde luego, es de lo más original en el mundo hotelero. Una fiesta en la habitación no vas a poder hacer pero oye, la frase “todo ha ido sobre ruedas” nunca te va a quedar tan bien. Y es que te quedarás con la mejor parte del camping, pero sin los mosquitos. Bueno, y sin barbacoas.
Fairy Chimney Hotel, Turquía: Si siempre piensas que te equivocaste de época y que lo tuyo era más un taparrabos y un mazo, o unas buenas patillas y un caballo acompañado de tu cuadrilla de bandidos, las habitaciones de éste hotel cumplirán todas tus expectativas. Hemos de decir que con la llegada de la electricidad, vivir en una cueva ya no es lo que era, pero oye, no deja de ser una experiencia de lo más natural.
Hotel Kakslauttanen, Finlandia: Aquí llega nuestro hotel favorito. En la mismísima ciudad de Papá Noél su emplazamiento es todo un atractivo en sí mismo. Los iglús abundan en esta tierra, pero como no todo el mundo lleva muy bien eso de vivir en un bloque de hielo, convertir ese hielo en cristal nos parece una brillante idea. Disfrutando de las auroras boreales o apagando las luces para ver las estrellas bajo las mantas, estos iglús de cristal son la delicia de los amantes de la naturaleza. Bueno, de los amantes de cualquier cosa, porque es imposible no imaginarte pasar una noche en un lugar así. Eso sí, igual no te hace tanta gracia si eres de los que duerme con las persianas completamente bajadas…
Floating Hotel en Zanzibar, Tanzania: ¿Qué te parecería ser tú el que está dentro de la pecera? Pues eso mismo es lo que proponen con las habitaciones de éste hotel aislado del mundo. Carga con la cámara de fotos y prepárate para vivir dentro del agua sin que tu piel adopte esos pliegues más propios de un garbanzo. Todo son ventajas en estas habitaciones parcialmente sumergidas. Eso sí, procura que no se te caiga nada al suelo… ¡O al menos procura que no ruede!
The Haoduo Panda Hotel, China: Ya sabemos que de China podemos esperar cualquier cosa, pero lo de éste hotel no tiene desperdicio. Desde un oso panda que toca el piano hasta uno que te traerá el desayuno. Y es que vivir rodeado de esta temática animal puede ser simpático… o espeluznante. Cojines, platos, estatuas, e incluso armarios tienen aspecto de lo más osezno. Y es que éstos animalitos son adorables, pero hay que saber dónde está el límite de lo agradable y lo perturbador. Al menos esperamos que no todas las recetas contengan bambú…
Attrap Reves Hotel: Antes de seguir debemos advertirte, que si eres un famoso perseguido por paparazzis y nos estás leyendo, puedes saltarte éste hotel. Para el resto de los mortales, os presentamos una nueva experiencia en una auténtica burbuja. Si quieres aislarte del mundo, esto está hecho a tu medida. Eso sí, quizá el resto del mundo siga queriendo saber de ti, así que procura no hacer nada sospechoso porque las habitaciones de éste hotel son absolutamente transparentes. Verás las estrellas como nunca antes, bueno, y el sol, así que no te olvides embadurnarte en crema solar antes de echarte la siesta.
Villa Hamster, Nantes: La vida de un hámster no está nada mal. Un par de horitas en la rueda para no oxidarse, comer, beber y dormir. Con ese plan que se plantea tan apetecible, los dueños de éste hotel en Nantes han decidido construirnos una jaula a escala real. Trepando para subir a la cama, dormitando en un colchón de heno o tomando un aperitivito de buen grano de cereal. Eso sí, el WiFi y el plasma no faltan en este espacio de poco más de 16 metros cuadrados. ¡Ah, se nos olvidaba! En el armario de la habitación hay, por supuesto, sendos trajes de roedor.
Praktik Bakery, Barcelona: Como no queremos dejar pasar la oportunidad de que disfrutes de un hotel peculiar, hemos querido traerte uno algo más cercano. Y es que no hace falta volar a los confines del mundo para descubrir hoteles diferentes y originales. Basta con desplazarnos hasta Barcelona, donde descubriremos este hotel-panadería. Despertándonos con ese olor tan característico del pan recién hecho, este hotel nos anima a descubrir una nueva experiencia ofreciéndonos todas las comodidades y además, estimulando aquellos sentidos que jamás consideramos importantes para juzgar una buena estancia. Eso sí, ¡no olvides que comer pan encima de la cama es algo de lo que te arrepentirás toda la noche!
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