127º aniversario de un icono
La Torre Eiffel se ha convertido en uno de los monumentos más importantes de todo el mundo. Su silueta con el horizonte parisino es una de las estampas más conocidas, una de las escenas más vistas en las películas de cine y una de las construcciones más singulares que ha hecho el hombre. Tal es su fama, que a veces nos olvidamos de que tras un increíble monumento, también existe una increíble historia llena de fascinantes curiosidades. ¿Las descubrimos?
Dimensiones. Tiene 324 metros de altura, aunque sin la antena de radio pierde 24 metros. De hecho al principio se había diseñado con una altura de 350 m., sin embargo los vecinos de París no lo aceptaron y se decidió reducir su tamaño.
La Torre Eiffel crece en verano. Debido al cambio de temperaturas y a la variación que estas ejercen sobre la Torre Eiffel, esta puede llegar a medir 18 centímetros más en verano que en invierno.
Si quisieras fortalecer tus glúteos y piernas, sin duda subir por las escaleras a lo alto de la torre sería una buena idea. Con más de 1660 escalones desde la base hasta su cima, esta obra de ingeniería supone todo un desafío. Una pena que las escaleras estén cerradas al público y deban usarse los ascensores para subir y ver el horizonte de París desde lo más alto de la Torre Eiffel.
Coloreando el monumento. Para evitar la corrosión del monumento, cada año se gastan más de 50 toneladas de pintura. ¿Te imaginas cuantas casas podrían pintarse con esa cantidad? Y no sólo eso, a lo largo de la historia la torre ha estado pintada con diferentes colores. Al principio fue amarilla y en 2005 de color marrón grisáceo. Además su color no es homogéneo, sino que se va oscureciendo a medida que la torre gana en altura. Sin embargo, lo más divertido y sorprendente es que en el primer nivel de la torre puedes votar el color con el que se pintará la próxima vez.
La Torre Eiffel podría haber estado en Barcelona, y es que antes de ser presentada en París, se ofreció a otras ciudades. ¡Seguro que aún se están tirando de los pelos los que la rechazaron en aquel entonces! Además la idea era desmantelarla al poco tiempo de acabase la Exposición Universal de Parí, sin embargo se salvó gracias a que la armada francesa instaló una antena de radio en lo alto de ésta. Nadie se imaginó que se convertiría en el icono más emblemático del país. Tanto es así, que se trata del monumento más visitado en todo el mundo.
Muchos dicen que Gustave Eiffel era masón. Además antes de construir la Torre Eiffel, realizó otras numerosas obras por todo el mundo (el puente de Triana en Sevilla o el puente sobre el Duero de Oporto). También fue el encargado de construir la estructura de la Estatua de la Libertad de Nueva York, otro monumento mundialmente conocido.
Con la invasión de Francia por parte de los nazis durante la II Guerra Mundial, los cables eléctricos de los ascensores fueron cortados. Se cuenta que cortaron los cables para que Hitler tuviera que subir a lo más alto obligatoriamente por las escaleras. Finalmente el dictador fascista nunca subió a lo mal alto. Eso sí, no se puedo evitar que los alemanes la usaran para la difusión de su propaganda para la televisión y como estandarte para una bandera con la esvástica nazi.
La Torre Eiffel también le sacó partido a su fama. Durante los años 1925 a 1934, en todas sus caras se pudo observar un anuncio de Citroën. De hecho fue el anuncio luminoso más grande de su época. Además hay hasta 17 reproducciones de todos los tamaños del monumento parisino. El más grande se encuentra en Las Vegas con 165 metros de altura, la más pequeña también en Estados Unidos, Michigan.
Disfruta de unos días increíbles en París, regálale a tu pareja un viaje por San Valentín y disfruta de los mil y un encantos de la ciudad del amor. Descubre sus rincones más bellos y déjate llevar por el espíritu de una ciudad llena de glamour.
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