Aunque oficialmente no haya entrado aún la primavera, ¡el tiempo sí que está acompañando y nos trae los primeros recordatorios de lo que está por venir! Una estación llena de luz, color, alegría y muchos lugares increíbles que se visten de gala para darle la bienvenida a las buenas temperaturas. Y es que con la llegada de la primavera, no sólo apetece más salir a la calle y disfrutar de las terrazas, también es una de las mejores épocas para hacer ese gran viaje o escaparse un fin de semana.
Y claro, como no podía ser de otra manera qué mejor para sacarle partido a esta época del año que descubriendo nuevos lugares o incluso visitar de nuevo aquellos que vimos en el pasado con un tiempo grisáceo que deslucía los monumentos, calles y paisajes. Así que prepárate para una explosión de luz y color porque nos vamos de viaje a cinco lugares que seguro que te van a enamorar.
Holanda
La primavera es una auténtica fiesta para los Países Bajos, y es que después de otoños fríos y lluviosos, e inviernos con temperaturas casi gélidas, vientos fuertes y lluvias, ¡los rayos de sol y la subida de temperaturas son una auténtica bendición! Las bicicletas se apoderan de los pocos lugares que aún quedaban libres por las inclemencias del tiempo, la gente sale a la calle casi como una avalancha y hasta los campos montan un festival de colores de la mano de los famosos tulipanes. Un espectáculo impresionista que bien merece una escapada a Holanda para celebrar la llegada de la nueva estación.
Granada (La Alhambra)
La provincia andaluza esconde increíbles rincones que con la llegada de la estación que hace de antesala del verano, tiñe de colores los campos, laderas y valles de su geografía. Sin embargo, y sin despreciar la belleza de estos lugares llenos de encanto como la Sierra de Baza con sus ciruelos, La Alhambra es uno de esos destinos que conjuga su perenne belleza arquitectónica con unos retoques de color que ni el mismísimo Photoshop podría igualar. Un marco incomparable para aprovechar una escapada de fin de semana y disfrutar de Granada.
Cáceres (Valle del Jerte)
En Cáceres se encuentra uno de los parques naturales más conocidos de España, y es que el Valle del Jerte no sólo es conocido por ser uno de los rincones más bonitos del país, sino por convertirse en un auténtico oasis que florece cada año con la llegada de la primavera. Miles de cerezos inundan de color las calles de los preciosos pueblos que se encuentran por la región cacereña, algunos de ellos tan bonitos que incluso han sido declarados “Bien de Interés Cultural”. Sin duda un destino ideal para desconectar y disfrutar de una escapada relajante por el Valle del Jerte mientras te fundes con el paisaje.
Japón
Seguramente si piensas en Japón y en la primavera, habrá una fotografía que te vendrá por sí sola a la mente. Sí, esa del monte Fuji con los cerezos en flor en primer plano. Una imagen de postal que no es nada difícil de encontrar, y es que en Japón estas panorámicas o similares se pueden encontrar fácilmente sólo con pasear por los jardines típicos del país. El cerezo es uno de sus árboles más populares, tanto que la Sakura, como así se conoce a la flor del cerezo, es todo un evento para miles de japoneses que se acercan a los parques para ver el espectáculo de color. De hecho, son tantos los cerezos que hay en el país del sol naciente, que hasta a veces se pueden ver “nubes de color de rosa”. Un espectáculo alucinante que unido a la exótica belleza oriental, seguro que no se te olvidará jamás tras un viaje único por Japón en primavera.
Escocia
Si hay algo de lo que Escocia puede presumir es de ese verde eterno que baña toda su geografía. Sin embargo, la primavera es una de las mejores estaciones para visitar esta región de Reino Unido. Con unas temperaturas mucho más apacibles y un tiempo mucho menos duro y lluvioso, los parques y jardines rebosan vida en cada pueblo o ciudad que vayas. Los jóvenes se reúnen para disfrutar del sol con barbacoas, picnics, etc. Pero además los imponentes paisajes de las Tierras Altas (Highlands), adquieren tonos verdosos y amarillentos que convierten la panorámica en un auténtico espectáculo para los ojos. ¿Quién puede resistirse ante un viaje al corazón más salvaje de Escocia?
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