10 lugares imprescindibles en Jordania
En pleno Oriente Medio y bañado por las aguas del mar Rojo y del mar Muerto, Jordania es un país que sorprende al que lo visita descubriendo que es un país moderno y con una vida muy dinámica, donde siempre hay algo por hacer. De hecho, en Jordania puedes irte de compras por la bulliciosa Amán, conocer la milenaria ciudad de Petra o flotar en el punto más bajo de la tierra, el mar Muerto. Son tantas las cosas que puedes hacer en Jordania que no nos daría tiempo a contarlas todas, por eso, traemos los 10 lugares que tienen que ser imprescindibles en tu viaje a Jordania.
1. Ver el desierto de Wadi Rum desde el aire
¿Contemplar el valle de la Luna desde más de 2.000 metros de altura? ¡Sí! Se trata de un paseo en globo que sale por la mañana, cuando las condiciones climáticas son más adecuadas, con el que sobrevolaréis el desierto de Wadi Rum, uno de los más espectaculares del planeta. No obstante, tendréis que estar atentos, puesto que realizar esta excursión solo es posible en los meses de abril a junio y de septiembre a diciembre, y siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
2. Mádaba, la ciudad de los mosaicos
Uno de los lugares religiosos más memorables de Jordania es Mádaba, la famosa ‘ciudad de los mosaicos’. Ubicada a unos 45 minutos en coche de Amán, cuenta con numerosos lugares de interés. Los más conocidos son la iglesia ortodoxa de San Jorge, donde se encuentra el famoso mapa mosaico del siglo VI de Tierra Santa, y el Parque Arqueológico, donde el Instituto del Arte y la Restauración de los Mosaicos de Mádaba instruye a los artesanos en el arte de elaborar, reparar y restaurar estas obras de arte.
3. En Petra, ascender al Altar de los Sacrificios
Se trata de Al Madbah, uno de los altares de sacrificios mejor conservados de la región y que se encuentra en una colina de la ciudad antigua de Petra, a la que se accede subiendo por un camino que se encuentra antes de llegar al teatro. Este yacimiento se compone del altar en forma circular, así como de dos obeliscos que miden más de 6 metros. También hay un motab, una especie de almacén donde se guardaban las estatuas empleadas en las ceremonias de sacrificio.
4. Un safari por la reserva de Shawmari
No solo hay safaris en Kenia, en Jordania y desde 1975, existe la reserva natural de Shawmari, un centro de cría en el que se encargan de proteger especies autóctonas que se encuentran en peligro de extinción. En este sentido, será toda una experiencia salir a la búsqueda del órix de Arabia, un majestuoso antílope blanco que se extinguió hace casi un siglo en Jordania. Además, si lo deseáis, podréis pasar la noche en un campamento de 10 tiendas que se encuentra muy próximo a la reserva.
5. En Hammamat Ma’in podréis dejar que os mimen como es debido
Se trata de un auténtico oasis termal que se encuentra justo al borde del Mar Muerto en el que la temperatura de las aguas oscila entre los 45ºC y los 60ªC. Son muy comunes los nacimientos de agua caliente, como es este el caso, que desembocan en el mar Muerto. Además, durante el recorrido se forma una serie de cascadas y piscinas naturales que hacen las delicias de aquellos que más disfrutan de los baños.
6. Jerash, la ‘Pompeya del este’
La antigua ciudad de Jerash es las ciudades grecorromanas mejor conservadas del mundo. Perteneciente a la Decápolis, la que muchos llaman ‘la Pompeya del Este’ es además un perfecto ejemplo del gran urbanismo formal romano de provincias que impera en Oriente Próximo: pavimentos y calles franqueadas por columnas, templos en las cumbres de las montañas, impresionantes teatros, plazas públicas espaciosas, baños, fuentes… Su arquitectura, religión e idiomas reflejan la mezcla y convivencia de dos potentes culturas: el mundo grecorromano de la cuenca del Mediterráneo y las antiguas tradiciones del oriente árabe.
7. Visitar los telares de Bani Hamida
Esta es una opción para los turistas más solidarios. Se trata de un proyecto que comenzó en 1985 y que se llama “Mujeres tejedoras de Bani Hamida”. En concreto, esta iniciativa se encarga de dar trabajo remunerado a mujeres beduinas de la región de Mukawir (Mádaba). Podéis visitar las instalaciones e, incluso, ayudar con las tareas del taller. Si estáis interesados, este proyecto está patrocinado por la Jordan River Valley Foundation.
8. Sumergiros para conocer la belleza interior del mar Rojo
Son muchos los que piensan que este mar es uno de los mejores para practicar submarinismo. Solo en la costa jordana del mar Rojo, podemos encontrar hasta 30 puntos de inmersión en los que vas a poder descubrir una flora y fauna marina que es verdaderamente excepcional. De hecho, tan solo en el golfo hay alrededor de 300 especies de coral, según la Royal Marine Conservation Society of Jordan, además de más de un millar de especies diferentes de peces, delfines, esponjas marinas... ¡El paraíso del buceador!
9. Descender por los cañones de la reserva natural de Mujib
En Wadi Mujib podréis disfrutar de hasta tres rutas diferentes por las que descender a través del río Mujib. Esto puede ser toda una experiencia aventurera para aquellos que se consideran unos verdaderos amantes de la naturaleza, además de resultar una actividad muy divertida con la que compartir risas y experiencias con vuestros compañeros de viaje.
10. Tomar un aperitivo en el Wild Jordan Café con vistas a la capital.
Reservad en la Royal Society for The Conservation of Nature (RSCN) y, en su cafetería, degustad exquisitos platos hechos con productos ecológicos y hierbas locas y, además, salid a su terraza para poder deleitaros con las vistas que ofrece de Amán y de la Ciudadela.
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