Una perfecta mezcla de sensaciones
El 27 de enero de 1756 nace en Salzburgo Wolfang Amadeus Mozart. Su nombre cambiaría para siempre la historia universal de la música. También la del país de los Alpes. Austria no se concibe sin el arte de la música y Viena, su capital, no podía ser menos. Así pues, nuestro acercamiento a la ciudad universal del vals no puede tener mejor escenario para comenzar: la Ópera de Viena. La que sin duda es la más famosa ópera del mundo se alza en un imponente edificio situado en la Ringstrasse, una avenida donde se concentran buena parte de los edificios históricos y monumentales de la capital de Austria. Inaugurado en 1869 (con una obra de Mozart, por supuesto) el Teatro de la Ópera de Viena alberga un legendario patio de butacas cuyo público ha asistido a las más grandiosas representaciones operísticas del mundo. No se concibe viajes a Viena sin una visita a este famoso edificio, situado muy próximo a la estación de metro de Karsplatz. Por un precio bastante económico (no supera los ocho euros) podemos disfrutar de un visita guiada por el edificio junto a las entradas para el Museo de la Ópera.
Aunque es el más famoso, la Ringstrasse atesora otras joyas monumentales que tampoco podemos ignorar. Uno de ellos es el Palacio Hofburg. El que durante siglos constituyó la residencia oficial de los Habsburgo, en la actualidad alberga la sede de destacadas instituciones austriacas, como la Biblioteca Nacional o el despacho del Presidente de la República. Merece la pena adquirir una entrada general que, por poco más de nueve euros, permite visitar las refinadas estancias interiores del palacio, lujosamente ornamentadas con las más exclusivas técnicas de las Artes Decorativas de cada período. Además de los apartamentos imperiales, el Museo de la Emperatriz Sisi también atrae la atención de cientos de turistas cada año.
Otra de las cosas que tienes que saber cuando realices tus viajes a Viena, es que la capital austriaca ostentó la capital del Imperio Austro-Húngaro. Su carácter imperial se ve reflejado en otros imprescindibles y extraordinarios palacios de la ciudad. El Palacio Schönbrunn, residencial estival de la realeza, es una de las estampas más conocidas y reconocibles de Viena. Con la entrada principal se puede visitar no sólo sus majestuosas estancias interiores, sino también sus jardines privados. En las proximidades del palacio se encuentran además el Museo de Carruajes Imperiales y el recinto zoológico de la ciudad.
Los museos son también otro importante reclamo de interés para todo aquél que visita la ciudad. El mencionado Museo de Carruajes es uno de los más completos del mundo. En él se exhiben, entre otros, el formidable transporte usado por la emperatriz Sisi para sus desplazamientos. No obstante, el museo más visitado de la ciudad de Viena es el de Historia del Arte. La suntuosa sala egipcia deja boquiabierto a todo aquél que la recorre. Además de destacadas piezas de la época de los faraones, también podemos encontrar una excepcional colección perteneciente a la antigua Roma, la Grecia clásica y las civilizaciones de Oriente Próximo. Su conjunto pictórico tampoco pasa desapercibido al visitante, con destacados lienzos de artistas con tanto renombre como Rembrandt, Velázquez, Tiziano, Rubens o Rafael. Los amantes de la pintura que se hayan quedado con ganas de más, tienen una cita prácticamente indispensable en el Museo Albertina. Allí les esperan extraordinarias obras de auténticos genios de la Historia del Arte como Cézanne, Monet, Renoir o Picasso, entre otros destacados artistas de renombre internacional. Un museo que hará las delicias de grandes y pequeños es el de Historia Natural.
Cultura, ocio y gastronomía se unen a la perfección en una fascinante ciudad. Y lo mejor de todo son las pedazo de ofertas que te traemos desde Nautalia Viajes para que puedas reservar ya tus viajes a Viena.